A menudo se lleva un ritmo de vida que impide que se dedique el tiempo que deseamos a la atención de los hijos. En muchas ocasiones es por que se tiene el tiempo ocupado por el trabajo, y a veces, es difícil cambiar la situación, pero buscar tiempo para estar con los hijos debería ser constante en nuestra vida, así como aprovechar al máximo los momentos que pasamos con ellos. Estos momentos, sirven para relacionarse con ellos de una forma agradable y a la vez educativa. Una de las maneras que tenemos para hacer esto, es mediante el juego. Juega con tus hijos, ya sea si dispones de ratos cortos como largos, y comprueba que el día a día ofrece muchísimas oportunidades para disfrutar jugando juntos.
En este apartado os indicaremos algunos juegos que podéis usar como una herramienta educativa de aprendizaje en valores hacia uno mismo y los demás.
Como juegos que se pueden realizar en casa, os dejamos tres propuestas; El circo en casa, La contraseña y Buscar el despertador.
EL
CIRCO EN CASA:
Esta actividad está pensada
para realizarla con niños a partir de 3 años.
Habilidades:
Creatividad, agilidad, equilibrio, fuerza coordinación psicomotriz, trabajo en
equipo y estrategia en grupo.
Participantes:
Mínimo 2 (1 o más adultos y niños).
Materiales:
Los sofás y cojines del comedor, así como pelotas.
COMO JUGAR:
Convierte el salón de
casa en un circo improvisado: coloca los sofás separados los unos de los otros,
cojines y mantas por el suelo, sillas en medio, etc.
¡Empieza el
espectáculo! Podéis hacer los siguientes números:
1.
Los acróbatas. Túmbate en el suelo y
sujeta en el aire al niño como si hiciera de Superman. A partir de esta
posición, inventad figuras de acróbatas: que se ponga de pie encima de tus
rodillas, que haga el pino sobre tu barriga, etc.
2.
Los equilibristas. Sube al niño de pie
encima de ti formando un castillo humano; tú y cinco personas más construid una
pirámide humana. La pirámide se construye situándose tres personas a cuatro
patas en el suelo, una al lado de la otra, dos encima de ellas y la última
encima de todos.
3.
El niño o la niña bala. Sitúate tumbado
en el suelo, delante del sofá, y mirando hacia el techo. Levanta las piernas y
flexiónalas. Dile a tu hijo/a que se siente sobre tus pies. Con la ayuda de
otra persona que sujete a la criatura por los brazos, impúlsala suavemente con
tus pies para que caiga en el sofá.
4.
Los saltimbanquis. Coloca cojines por
encima de los sofás y organiza un recorrido (entre sofá y sofá). Sujeta a tu
hijo/a por los brazos y ayúdale a seguir el recorrido que le has preparado:
saltar de un sofá a otro, hacer volteretas, hacer el pino, equilibrios de
cabeza, etc.
5.
Los payasos malabaristas. Coged pelotas
y haced malabares: os podéis pasar las pelotas de una en una, de dos en dos,… o
intentar aguantar una pelota con la nariz, con la espalda, con los brazos…
6.
Los niños-noria. Sujeta a tu hijo/a por
las manos y empieza a dar vueltas sobre ti mismo, de manera que con la inercia
le hagas “volar”.
¡El juego finaliza cuando
los adultos ya no podáis más!
QUE HAY QUE TENER EN CUENTA:
Antes de empezar la
actividad, es importante revisar que no haya objetos situados en el espacio de
juego y que los muebles no tengan formas con las que los niños puedan hacerse
daño. Esta actividad excita mucho a los niños, y es necesario ir
controlándolos.
LA
CONTRASEÑA
Esta actividad está
pensada para realizar con niños de edades comprendidas entre los cinco a diez
años.
Habilidades:
Memoria
Participantes:
Mínimo 2 (1adulto y 1 niño).
Materiales:
No se necesitan.
COMO JUGAR:
Por la mañana, antes de
ir a la escuela, o por las tardes, cuando tus hijos salgan de casa, pacta con
ellos una contraseña, que puede tratarse de un refrán, el fragmento de una
canción, palabras inventadas, una adivinanza…
Cuando tus hijos
vuelvan a casa, antes de dejarles entrar, pídeles la contraseña. Por ejemplo,
tu les dices: “no por mucho madrugar”, y ellos tienen que responder: “amanece
más temprano”.
POSIBLES VARIANTES:
Las contraseñas se
pueden pedir en muchos lugares (para entrar en el coche, cuando se llama por
teléfono, etc.) y pueden ser diferentes en función del lugar, de la persona…
BUSCAR
EL DESPERTADOR
Esta actividad está
pensada para hacer con niños a partir de cuatro años.
Habilidades:
Oído, atención y conocimiento del espacio.
Participantes:
Mínimo 2 (1 adulto y 1 o más niños).
Materiales:
Despertador.
COMO JUGAR:
Esconde un despertador
en algún lugar de la casa y conéctalo para que suene en cinco minutos.
Dile a tus hijos que
encuentren dónde se esconde el despertador cuando oigan la alarma.
POSIBLES VARIANTES:
Si el despertador lo
permite, prográmalo de manera que suene en diferentes periodos de tiempo (por
ejemplo, cada cinco minutos).
Por otra parte, como un juego para realizar en la propia habitación del niño, os proponemos ¿Qué he dibujado?:
¿QUE
HE DIBUJADO?
Esta actividad se
realiza con niños de edades comprendidas entre 4 y 6 años.
Habilidades: aptitudes
plásticas.
Participantes: mínimo 2
(1 adulto y 1 niño)
Materiales: papel y
colores.
COMO JUGAR:
Propón a tu hijo o hija
que dibuje un objeto de su habitación.
Cuando lo haya hecho,
tú tendrás que adivinar cual es.
POSIBLES VARIANTES:
En lugar de hacer un
dibujo de un objeto de la habitación, también se puede hacer el dibujo de una
persona de la familia y acertar quién es.
QUE HAY QUE TENER EN CUENTA:
Si los padres no
aciertan el dibujo, es importante que no se le diga que está mal hecho, son los
padres quienes no lo saben interpretar. En este caso, los padres le pedirán que
les explique el dibujo.
Finalmente, como juego para realizar durante los viajes, os proponemos: Observar el trayecto:
OBSERVAR
EL TRAYECTO
Esta actividad está
pensada para realizar con niños de 5 a 8 años.
Habilidades:
Observación,
memoria y orientación.
Participantes:
Mínimo
2 (1 adulto y 1 niño).
Materiales:
No
se necesitan.
COMO JUGAR:
El día que tengas que
tomar un nuevo trayecto a pie con tu hijo, antes de salir de casa explícale que
esté muy pendiente del recorrido que haréis, puesto que el trayecto de regreso
a casa deberá encargarse de encontrar el camino.
Durante el trayecto de
regreso a casa, es tu hijo/a quien hace de guía.
Mientras andáis, hazle
preguntas relacionadas con el trayecto a partir de lo que ha observado durante
la ida: “¿Qué comercios nos encontraremos en la siguiente calle?”, ¿Habrá
semáforo?”, ¿”Falta mucho para llegar a casa?”…
Cuando lleguéis a casa,
pregúntale si le ha sido difícil recordar el trayecto, si lo podría repetir,
etc.
POSIBLES VARIANTES:
Otra opción es jugar a
observar muy bien un trayecto conocido, para después plantear preguntas
específicas en relación con éste. Por ejemplo: “¿De qué color es el rótulo de
la floristería?”, “¿cómo se llama la calle de la plaza?”, ¿Qué números tienen
los autobuses que pasan por la parada del mercado?”, “¿Qué pone en la pancarta
de los vecinos?”…
Esperamos que las propuestas que acabamos de detallarles hayan servido para que puedan colaborar en la educación de sus hijos a la vez que se divirten con ellos.